miércoles, 28 de agosto de 2013

Somos hijos del campo, somos agrodescendientes


Los cerdos policías del Esmad (Escuadron de Saqueadores, Malnacidos, Asesinos, Destructores), literalmente se están haciendo su agosto atropellando a diestra y siniestra los derechos de los campesinos que protestan por lo que el miserable Gobierno de Chucky Santos que se atrevió a desconocer el paro, y es de donde viene la orden directa de masacrar a nuestros agricultores, ha prometido a más no poder alivianar la situación. 

Pero mientras engloban cifras de apoyo gubernamental y dicen apoyar, a espaldas les clavan el cuchillo a nuestros agricultores con el TLC, el uso obligado de semillas importadas, y el alto precio de los insumos para la producción agrícola. 

Pero el problema no es sólo de este gobierno. Si miramos con el espejo retrovisor encontraremos que Mein Führer Uribe, que ahora se cree fiel opositor y ha dicho apoyar totalmente al campo y la jornada del Paro Nacional Agrario, tampoco es que haya hecho algo bueno por ellos, y sus intenciones no van más allá que simple politiquería barata.

El sector agrícola de nuestro país ha sido la base de la economía, pero también nuestros campesinos han sido históricamente explotados, pisoteados, humillados, menospreciados por los diversos entes que los ven como algo de lo que hay que aprovecharse, pero sin la obligación o el deber de retribuirles, ni siquera una pizca de su esfuerzo.

Mi familia es de origen campesino. La suya, por muy de la 'jai' que sea, también tiene sus raíces en el campo. Todos somos de origen campesino, y a diario nos beneficiamos de su noble labor. Todos debemos de apoyarlos y dejar a un lado la indiferencia... A yo soy del campo, ¿y sumercé?

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